Hace unos días leí que una muy querida amiga escribió "vean Roma , está muy bonita". Hoy, después de haber dedicado un momento específico y sin interrupciones al largometraje de Cuarón , puedo afirmar que no. No, Roma no es una película bonita. Es desgarradora, deshace el alma de quien puede ver más allá de la preciosa fotografía o excelente ambientación (y ni qué decir de la musicalización ). La actuación de Yalitzia Aparicio no vale un Oscar , vale una galaxia de aplausos, porque no muestra a una joven "sirvienta", muestra a una mujer joven que vive en medio de una ciudad monstruo. Cuarón explica magistralmente en imagenes cómo, desde las entrañas del Distrito Federal , somos quienes la hemos habitado el alimento de la misma. Somos a quienes esclaviza el poder para reproducir la hidra que sólo tiene cabida en este sistema. Roma es para mi, desde los primeros minutos, remontarme a mi infancia, con todo y que transcurrió a principios de los noventa. Es ver mat...
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