Y si no lloro, no lloro, que tampoco pasa nada.
Si no extraño mi vida pasada y hasta me da asco el cigarro: no pasa nada.
Si no sé para dónde hacerme, ni tengo planes, ni ideas, ni lógicas, ni dinámicas, ni rutinas o ganas de tenerlas: no pasa nada.
Si de pronto paso todo el 7 de noviembre lavando ropa y organizando libros: no pasa nada.
Tengo tiempo, tengo espacio, tengo mi vida y privilegios de los cuáles hacerme cargo, así que no hay excusa.
Si de pronto mi cuerpo se enferma y siento que sólo quiero dormir: no pasa nada.
No pasa nada, por sí mismo.
Soy yo quien hago que pase.
Si no extraño mi vida pasada y hasta me da asco el cigarro: no pasa nada.
Si no sé para dónde hacerme, ni tengo planes, ni ideas, ni lógicas, ni dinámicas, ni rutinas o ganas de tenerlas: no pasa nada.
Si de pronto paso todo el 7 de noviembre lavando ropa y organizando libros: no pasa nada.
Tengo tiempo, tengo espacio, tengo mi vida y privilegios de los cuáles hacerme cargo, así que no hay excusa.
Si de pronto mi cuerpo se enferma y siento que sólo quiero dormir: no pasa nada.
No pasa nada, por sí mismo.
Soy yo quien hago que pase.
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