Hace unos días leí que una muy querida amiga escribió "vean Roma, está muy bonita". Hoy, después de haber dedicado un momento específico y sin interrupciones al largometraje de Cuarón, puedo afirmar que no.
No, Roma no es una película bonita. Es desgarradora, deshace el alma de quien puede ver más allá de la preciosa fotografía o excelente ambientación (y ni qué decir de la musicalización).
La actuación de Yalitzia Aparicio no vale un Oscar, vale una galaxia de aplausos, porque no muestra a una joven "sirvienta", muestra a una mujer joven que vive en medio de una ciudad monstruo.
Cuarón explica magistralmente en imagenes cómo, desde las entrañas del Distrito Federal, somos quienes la hemos habitado el alimento de la misma. Somos a quienes esclaviza el poder para reproducir la hidra que sólo tiene cabida en este sistema.
Roma es para mi, desde los primeros minutos, remontarme a mi infancia, con todo y que transcurrió a principios de los noventa.
Es ver materializado el México del que me platicaron. Es ver en cada personaje a al menos una persona que conozco y su historia.
Es recodar que dentro de las casas, la historia que transcurre es un secreto que duele, pero que ya pasó y que nos lleva a construirnos diferentes, desde otros lugares.
No, Roma no es una película bonita, es un filme que ya está escrito en letras doradas en el cine mexicano.
Vela y después discútela, después platicala y atrévete a reconocerte en sus personajes y a reconocer a quienes quieres en la cinta.

Amo y me deleito con tu narrativa .
ResponderEliminarCada vez es mejor.
Ya espero el primer libro, dejalo salir.