Por un momento deseé no tener cuerpo.
Por un momento deseé no sentir nada.
Por un momento casi decido levantarme y tomar las 10 pastillas necesarias para no sentir más.
Por un momento sólo vi tu cara.
Por un momento sólo quise llorar y salir corriendo.
Por un momento tuve 4 o 5 años.
Por un momento casi me arranco los ojos o las piernas o el útero, para desgarrarme por completo y verme como me siento: deshecha.
Por un momento vi mis manos como las tuyas.
Por un momento eran tus dedos los que me tocaban y quise gritarte que te fueras.
Por un momento sólo pude repetir "ya no más por favor" "no por favor" "vete por favor".
Por un momento y sólo por ese momento descubrí que no estas aquí y que no me puedes lastimar más.
Sólo por un momento acepté que no soy tu y que la culpable no soy yo.
Lo bueno de escribir es que siempre sale la emoción. Lo malo de escribir es que no le llega a quien quieres porque el mail está en desuso y las cartas murieron en mensajes de audio de WhatsApp que nadie escucha pero oye. Durante 30 años he levantado la voz y hacerlo desde este cuerpo, de mujer (que parece que se sabe defender) es cansadísimo. Para decir que no compartes conmigo el pensamiento me dices que exagero y para explicarme tus actos denostas los míos. Si levanto la voz y digo lo que otras aun no pueden “estoy muy enojada” pero si no lo hago me quiero empastillar con dos cajas de actron. Me dices que me crees, que me acompañas y que me ayudas a cuidarnos en equipo, pero si te digo cómo aliarnos te sientes insultado por las medidas que te pido. Yo hablo aquí de lo mucho que me incomoda estar en un mundo con ellOs para poder regresar al mundo de todAs lAs personAs. Pero cuando estoy escuchando qué hay que decir lo que no hay que callar, hablo de hechos tangibles ...
Comentarios
Publicar un comentario