Ir al contenido principal

Todo pasa y todo queda

Por un momento deseé no tener cuerpo.
Por un momento deseé no sentir nada.
Por un momento casi decido levantarme y tomar las 10 pastillas necesarias para no sentir más.
Por un momento sólo vi tu cara.
Por un momento sólo quise llorar y salir corriendo.
Por un momento tuve 4 o 5 años.
Por un momento casi me arranco los ojos o las piernas o el útero, para desgarrarme por completo y verme como me siento: deshecha.
Por un momento vi mis manos como las tuyas.
Por un momento eran tus dedos los que me tocaban y quise gritarte que te fueras.
Por un momento sólo pude repetir "ya no más por favor" "no por favor" "vete por favor".
Por un momento y sólo por ese momento descubrí que no estas aquí y que no me puedes lastimar más.
Sólo por un momento acepté que no soy tu y que la culpable no soy yo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ver pa fuera

  Lo bueno de escribir es que siempre sale la emoción. Lo malo de escribir es que no le llega a quien quieres porque el mail está en desuso y las cartas murieron en mensajes de audio de WhatsApp que nadie escucha pero oye. Durante 30 años he levantado la voz y hacerlo desde este cuerpo, de mujer (que parece que se sabe defender) es cansadísimo.  Para decir que no compartes conmigo el pensamiento me dices que exagero y para explicarme tus actos denostas los míos. Si levanto la voz y digo lo que otras aun no pueden “estoy muy enojada” pero si no lo hago me quiero empastillar con dos cajas de actron. Me dices que me crees, que me acompañas y que me ayudas a cuidarnos en equipo, pero si te digo cómo aliarnos te sientes insultado por las medidas que te pido. Yo hablo aquí de lo mucho que me incomoda estar en un mundo con ellOs para poder regresar al mundo de todAs lAs personAs.  Pero cuando estoy escuchando qué hay que decir lo que no hay que callar, hablo de hechos tangibles ...

Los dos materiales que forman mi canto...

La voz en off decía que "quien tiene una abuela tiene un tesoro". Más que un tesoro, tiene la lumbre de las almas.  No sé qué pasa con la relación entre personas ancianas y pequeñas, tal vez que ambas están tan cerca de la muerte que se encuentran con los corazones más unidos. Mientras veía la cara de Herminia y escuchaba como se despedía de sus nietos, pude sentir las manos de mi abue Cris acariciando mis manos. Así, en silencio, como a veces veíamos la tele juntas. También estaba mi abue Lulú, ella sí que se me figuraba en la actriz, tan blanca, con sus hilos color de plata. En los últimos meses las extraño más, es que tal vez me estoy convirtiendo en la mujer que ellas veían en mí, lo que podía ser. Espero que sí. Lo que sé es que vivo las cosas que ambas habrían deseado. Fui a la escuela a aprender, mucho, no por un titulo, sino por saber. Con eso honré a mi abue Lulú. A ella que no la dejaron estudiar mucho me supo confiar nuestro secreto: "vive como tú quieras, t...

Con el perdón de las expertas: colores

¿Soy yo? ¿Sólo yo veo este color amarillo que inunda el comedor y que anuncia la llegada de un cielo gris. Gris como el color del pelaje de la rata que entró en la sala de mi casa el martes. Gris con fuertes estruendos que retiemblan en las ventanas. Ya viene la tormenta.