Declaro inaugurada la técnica de meditación y terapia de trauma "Escuchar Queen a todo volumen mientras te columpias lo mas fuerte que puedas", descubierta y comprobada por Montserrat Soriano López.
Si no hubiera corroborado el método en mi, no te lo recomendaría; sin embargo, da la casualidad que esta mañana me encontraba, como es costumbre, en medio de una nube de pensamientos y agobiada por un futuro que no tengo ni remotamente cierto.
De pronto, al escuchar un drama adolescente en una de esas películas que uno ve porque tampoco hay mucho que hacer, la luz me dio para levantarme, saldar una deuda, hacer cuentas y decidir dejar de ser "lo que hicieron de mi" para ser quien soy (aunque todavía no se qué es eso, ni se si algún día lo sabré).
Con la cabeza estallándome, los ojos (por fin) brotándome como cascadas, los oídos zumbándome como amplificadores mal conectados, caminé bajo el sol de Izcalli -que quienes lo han experimentado saben que es casi igual de insoportable que la atmósfera de Venus- y llegué al cine.
Claro que la historia de Queen y Freddie Mercury me iban a conectar. Son una sola palabra. Sólo una, que más de 40 años después hizo mi cuerpo vibrar.
Sentí que, pese a que me siento tirada en el lodo, con la cabeza hacia abajo y cientos de personas caminando a mi alrededor o sobre de mi, puedo levantarme (tal vez poco a poco, un día a la vez) y labrar un nuevo sendero -porque el anterior realmente no fue mi elección del todo, si no más bien un resultado lógico pero no el que yo quería.
Pero bueno, sin tanta palabrería procedo a detallar el método.
1. Tienes que sentir el suficiente estrés, dolor, cansancio, hartazgo o ira, que te lleven a pensar: ¡Ay! ¿alguien tiene un maldito cigarro, trago, churro, etc (inserte aquí su mecanismo de fuga más común)?
2. Lo siguiente es que tomes tu celular (iPod, mp3, computadora, o lo que uses para escuchar música) y unos audífonos.
3. Avisa que vas a salir (en el trabajo o en casa o en donde sea), sólo para que alguien sepa que te fuiste a suicidar o que simplemente necesitabas cinco minutos (que serán como 30, pero equis).
4. Ponte los audífonos mientras caminas a la zona de juegos más cercana al lugar donde estés, pero es MUY importante que sepas que hay unos columpios.
Si no hubiera corroborado el método en mi, no te lo recomendaría; sin embargo, da la casualidad que esta mañana me encontraba, como es costumbre, en medio de una nube de pensamientos y agobiada por un futuro que no tengo ni remotamente cierto.De pronto, al escuchar un drama adolescente en una de esas películas que uno ve porque tampoco hay mucho que hacer, la luz me dio para levantarme, saldar una deuda, hacer cuentas y decidir dejar de ser "lo que hicieron de mi" para ser quien soy (aunque todavía no se qué es eso, ni se si algún día lo sabré).
Con la cabeza estallándome, los ojos (por fin) brotándome como cascadas, los oídos zumbándome como amplificadores mal conectados, caminé bajo el sol de Izcalli -que quienes lo han experimentado saben que es casi igual de insoportable que la atmósfera de Venus- y llegué al cine.
Claro que la historia de Queen y Freddie Mercury me iban a conectar. Son una sola palabra. Sólo una, que más de 40 años después hizo mi cuerpo vibrar.
Sentí que, pese a que me siento tirada en el lodo, con la cabeza hacia abajo y cientos de personas caminando a mi alrededor o sobre de mi, puedo levantarme (tal vez poco a poco, un día a la vez) y labrar un nuevo sendero -porque el anterior realmente no fue mi elección del todo, si no más bien un resultado lógico pero no el que yo quería.
Pero bueno, sin tanta palabrería procedo a detallar el método.
1. Tienes que sentir el suficiente estrés, dolor, cansancio, hartazgo o ira, que te lleven a pensar: ¡Ay! ¿alguien tiene un maldito cigarro, trago, churro, etc (inserte aquí su mecanismo de fuga más común)?
2. Lo siguiente es que tomes tu celular (iPod, mp3, computadora, o lo que uses para escuchar música) y unos audífonos.
3. Avisa que vas a salir (en el trabajo o en casa o en donde sea), sólo para que alguien sepa que te fuiste a suicidar o que simplemente necesitabas cinco minutos (que serán como 30, pero equis).
4. Ponte los audífonos mientras caminas a la zona de juegos más cercana al lugar donde estés, pero es MUY importante que sepas que hay unos columpios.
4.1. No importa si no pones nada mientras caminas, pero sí importa que camines pisando muy fuerte, con toda esa emoción dentro de ti. Siente como te vuelves la emoción.
5. Ya que llegues a los columpios reproduce alguna de estas canciones: Bohemian Rhapsody, Don't Stop Me Now, We Will Rock You, o la que más te guste (yo recomiendo esas porque son las que más siento que la letra ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva, además que la música es inmejorable).
6. Columpiate con fuerza, al ritmo de la música o al tuyo propio, sólo hazlo como si tuvieras 7 años y fueras saliendo de la primaria.
7. Repite los pasos 5 y 6 tantas veces sea necesario y canta si es necesario o cierra los ojos, pero no olvides columpiarte con mucha fuerza.
Listo.
No es nada del otro mundo, no requiere que tengas un doctorado o que seas joven, si no que quieras sentirte de nuevo en tu cuerpo.
***Esta va dedicada a mis hermanxs, con quienes he disfrutado como nunca esta canción.
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