Hoy, al llegar a casa y abrir la puerta, me encontré con la imagen de la belleza: tres cascos, mochilas, chamarras y zapatos de una célula de brigadistas.
Hoy, al abrir facebook, el orgullo de tener hermanxs solidarixs con las manos en escombros o recogiendo víveres e implementos necesarios para lxs sobrevivientes del terremoto, me enterneció.
Hoy, en mis grupos de whatsapp, diferentes compañerxs organizaban espacios autogestivos de apoyo, búsqueda y rescate.
Hoy conocí la autonomía.
El terremoto de mi cuerpo no me dejó ver la crudeza de la realidad hasta pasadas muchas horas. Los cientos de jóvenes deteniendo las maquinarias, poniendo centros de acopio, la organización primitiva y orgánica, el cuerpo capaz de otrxs, la solidaridad espontánea, el reconocimiento de la fuerza individual amalgamada en líneas colectivas me devolvió los ojos, creo que a todxs nos sacudió sabernos capaces.
Me embargó el llanto al saberme incapaz físicamente de apoyar. Mis manos esta vez no pueden ayudar. Esta vez tocó no salir y cuidarme. Pero también esta vez tocó ver que no somos pocxs quienes nos aventuramos apoyar sin pedir nada a cambio, tocó ver que el compa enojón todos los días traslada brigadistas. Tocó ver que hay quienes ayudan escribiendo notas para informar y agilizar las búsquedas. Tocó escuchar las historias de amigxs que brigadean en las madrugadas. Tocó abrazar un poquito el corazón de quienes pernoctaron en mi casa y a quienes les agradezco todo lo que hacen por ayudar a esa otredad que ya no es tan extraña.
Es cierto, todxs hacemos lo que podemos, algunos salvan vidas que se encuentran debajo de lo que solía ser su casa o lugar de trabajo, otrxs preparan comida, otrxs se organizan para llevar alegría a los sitios donde parece que las sonrisas se acabaron. Todxs estamos haciendo algo, nos estamos moviendo y se siente muy bonito saber que podemos y tenemos la fuerza para salir de todas las situaciones que se nos presenten.
Gracias por enseñarnos que somos suficiente, que nosotrxs al ser y estar ya somos y existimos. Gracias por escuchar, por hablar, por hacer y no decir, por hacer y decir, por mover y movernos, por moverme.
"Ahí va uno y se queda a hacer lo que puede" "Yo con mis manos lo hice" "Nos vemos mañana a las 8:00" "Tú también estás apoyando desde aquí" "Sí podemos" "Acá falta ayuda". Y cien mil frases más de personas que se volcaron a apoyar, a ser pilar y sin saberlo están construyendo ese futuro posible, ese donde caben muchxs mundxs.
Gracias. Gracias y más gracias.
¡Autonomía, autogestión, salud y sororidad!
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