Hoy, al llegar a casa y abrir la puerta, me encontré con la imagen de la belleza: tres cascos, mochilas, chamarras y zapatos de una célula de brigadistas. Hoy, al abrir facebook, el orgullo de tener hermanxs solidarixs con las manos en escombros o recogiendo víveres e implementos necesarios para lxs sobrevivientes del terremoto, me enterneció. Hoy, en mis grupos de whatsapp, diferentes compañerxs organizaban espacios autogestivos de apoyo, búsqueda y rescate. Hoy conocí la autonomía. El terremoto de mi cuerpo no me dejó ver la crudeza de la realidad hasta pasadas muchas horas. Los cientos de jóvenes deteniendo las maquinarias, poniendo centros de acopio, la organización primitiva y orgánica, el cuerpo capaz de otrxs, la solidaridad espontánea, el reconocimiento de la fuerza individual amalgamada en líneas colectivas me devolvió los ojos, creo que a todxs nos sacudió sabernos capaces. Me embargó el llanto al saberme incapaz físicamente de apoyar. Mis manos...
Espacio autónomo de intervención personal. Básicamente un diario público